Nos centramos tanto en buscar la manera de convertir nuestro tiempo de trabajo en algo altamente productivo que muchas veces no dejamos espacio para nuestro tiempo libre, algo que es realmente necesario para no sentirnos estresados y mejorar nuestra productividad.
Aumentar la productividad diaria parece una tarea fácil, pero se trata de seguir unas pautas y rutinas para explotar al 100% el tiempo en aquello que estemos realizando.
- Lee un libro: No tiene que necesariamente ser algo complejo, puede ser una novela o incluso un cuento. Media hora de lectura al día nos desconecta de la contingencia y además estimula nuestro cerebro.
- Culturízate: Grandes instituciones como el Louvre o el MET tiene recorridos virtuales en sus páginas web, una excelente oportunidad para culturizarnos mientras tomamos un café.
- Comunicación: La tecnología nos permite tener cerca a nuestros seres queridos sin tener que exponernos. Una videllamada diaria al día con algún familiar o amigo puede ayudarte a mantener alta la moral y distraerte de tu casa.
- Canta: Mientras limpias, te duchas o cocinas, date el lujo de poner esa canción que tanto amas y cántala. La liberación de endorfinas te dará una gran sensación de libertad y alegría.
- No dejes de aprender: Esta puede ser la oportunidad perfecta para aprender o perfeccionar un idioma. Ahora cuentas con el tiempo suficiente para empezar y existen varios recursos en internet que te pueden ayudar, como clases online, y apps para practicar.
- Cuida a los seres vivos: Este es un momento perfecto para que cuidar nuestras plantas y mascotas, dándoles un poco de cariño extra que a veces dejamos pasar por la prisa de la rutina.
- Cambios: Limpia y mueve tus muebles; cambia el sillón de lugar, mueve la mesa. Algo tan simple como mover un mueble puede ayudarte a calmar las ansias de no salir de casa.
Como sabes, la clave para tener éxito en tus cambios productivos es adquirir hábitos. Pero los hábitos no se consiguen de la noche a la mañana, sino que requieren tiempo, constancia y práctica.
Te recomendamos que elijas algunos y empieces a incluirlos en tu rutina. Es mejor avanzar despacio, pero avanzar, que tratar de abarcar demasiado y acabar quemado. ¡Anímate!